lunes, 6 de marzo de 2017

POR AMOR A MI POLICÍA


Buenos días, Dios nos bendiga y proteja a todos y cada uno de nosotros, y a los que nos rodean. Escuchen bien lo que voy a decir y no lo volveré a repetir.
El día que hayas estado parado más de ocho horas, en una esquina, con frío, calor, sediento, mal comido, con el pertrecho policial en malas condiciones, mal dormido porque vienes de realizar tu facción de 24 horas de servicio en un patrullero, soportando los comentarios y las simplezas que te dice la sociedad, aunado a ello, la incertidumbre y miedo de no volver con la misma sonrisa a nuestro hogar; ahí tendrás el derecho de cuestionarme.
Te hago de conocimiento, y te dejo claro que, no te corresponde criticarme, pues no eres quien. Solucionar tu irresponsabilidad de no haber educado bien a tus hijos, controlar tu mal estado de ánimo y más, son mi obligación, pero no por ello me pidas que haga milagros, recuerda que yo también soy parte de la sociedad, tengo sentimiento y en consecuencia podría ser tú hijo o tú padre.
Elegí ser Policía por vocación, porque es mi pasión ser Policía, pero eso no implica que te permita que me pisotees, involucres o metas en la misma bolsa que los corruptos. Espero que entiendas que ser parte del sistema, no me hace diferente a ti. Vivo renegando, lo admito, pero no de ser Policía, sino de cómo mi institución se ve mancillada por cada acto corrupción que en definitiva no resume mi institución, en pocas palabras; la Policía es más grande que sus problemas.
Por último, te dejaré algo claro; con toda la convicción y certeza, sé que, si un día pudiera volver el tiempo atrás, volvería a elegir esta profesión. Sin otra en particular, Dios nos bendiga y proteja a todos y cada uno de nosotros. No olvides que seguiré trabajando por ti y por al amor a mi Policía.
¡Viva la Policía Nacional del Perú!
Por Rey Mistiano.
Grupo Consultorio Policial.

1 comentario: